5 meses en China… recap…

Ya hace tiempo que no me paraba por aquí, pero no quería dejar pasar la oportunidad de registrar mis primeros 5 meses en «Mainland» China, o China «Continental»… No es la primera vez que he estado en el país, había visitado Hong Kong anteriormente pero en verdad, no tiene nada que ver con esta China que vivo todos los días. Así es mi vida en Chengdu, Provincia de Sichuan. Empecemos…

1. El idioma…

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El idioma en éstos últimos años viviendo en Asia nunca fue un tema tan complicado como lo es en China… Hablo «Tailandés de supervivencia». No lo leo, pero puedo entender y seguir una conversación porque el oído se acostumbra e identifica las palabras más familiares…  Además, alrededor del Sudeste Asiático es bastante fácil comunicarse en inglés, obvio lo más básico, precios, direcciones, instrucciones, o en francés, en lo que se conocía como Indochina -especialmente en Laos, Vietnam o Camboya. En China Continental, esto es punto menos que imposible… Primero, un poco de contexto: la población mundial es de alrededor de 7 billones de personas, de las cuales ≈1.4 billones (≈1,400 millones) son de nacionalidad China, y cuyo idioma oficial es el Chino Mandarín…. El segundo idioma más hablado en el mundo es el español, con 437 millones. Le sigue el inglés, lengua oficial de 360 millones. Si bien el inglés es el idioma de los negocios, a la señora que vende verduras en el mercado esto le tiene sin cuidado. Pongámoslo así… a un hispanohablante difícilmente le interesaría estudiar diligentemente el Hausa -lengua materna de 44 millones de personas hablada en Africa Central… Así de distante es cualquier lengua extranjera para el chino promedio… Poco a poco sumo palabras a mi repertorio: números -por alguna razón, en Thai también lo primero que se me pegó fueron los números jejeje-, hola, gracias, muchas gracias, no entiendo, no sé, vegetales y fideos. That’s pretty much it!

2. La comida…

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Como siempre, difícilmente la comida del otro lado del mundo se acerca a la interpretación que se hace de ella en nuestros respectivos países. Pero en mi caso, al vivir en la provincia de Sichuan, famosa a nivel mundial por su cocina, me topé con mi enemigo número uno: no es el chile, no son las especias… es el aceite y la grasa!!! No sólo no me gusta, me cae como bomba! Todos los platillos se cocinan o condimentan con chiles y pimienta de Sichuan, el problema es que para sacar los sabores se usa una cantidad obscena de aceite. Adicionalmente, todo contiene algún tipo de carne, y no es exageración pero en verdad que no hay parte que se desperdicie… así que preferí evitar la carne misteriosa y voy en buen camino hacia una dieta vegana…

3. La ciudad…

 

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En China existe un rating de las ciudades. Tradicionalmente hay 4 ciudades de «Tier 1» o «Primer nivel»: Beijing, Shanghai, Guangzhou y Shenzhen. Chengdu fue recientemente nombrada «Tier 1 City» y esto es una gran noticia, y es más que evidente porque la infraestructura no data de más de 5 años. El metro es súper moderno, las calles son amplias, los autobuses son eléctricos, ¡todo es nuevo! La población de Chengdu es de 14.4 millones de personas, y dado el cambio de status el gobierno está invirtiendo recursos para atraer talento y generar un polo industrial y  de negocios en el Oeste Chino, la industria electrónica y financiera son los objetivos principales. Y las constructoras son sin duda las más beneficiadas: hay obras masivas en los cuatro extremos de la ciudad, extendiendo sus fronteras hacia los «ring roads» externos a gran velocidad.

Screenshot_20181128-155653El Uber local se llama Didi, funciona exactamente igual a Uber, y al ser un app en el teléfono no se necesita hablar el idioma para dar instrucciones al conductor…
Para distancias cortas existen los «rickshaws», una versión más rudimentaria de los tuk-tuks… chasis de madera, en general sin puertas, pastito artificial en lugar de tapetes. Por otro lado, las bicicletas de renta compartida son muy utilizadas. Uno sólo se debe inscribir por medio del teléfono a alguno de los proveedores, escanear el código de una bicicleta, y desbloquearla. El pago es mínimo, y puede ser una renta mensual o por evento. No hay estaciones, por eso es muy común ver montones de bicicletas a la salida de los metros, centros comerciales, escuelas y edificios de oficinas o habitacionales. No falta el vivo que la deja tirada en medio de la acera, total, ¡alguien más la va a levantar! Las motocicletas y motos eléctricas son también muy comunes.

En la ciudad se puede encontrar de todo: bares, clubs, restaurantes (recientemente conocí un lugar donde hay Kansas City BBQ de campeonato, y otro lugar donde el pico de gallo y los totopos son simplemente perfectos…), centros comerciales (de lujo como el IFS con las marcas más caras del mundo, de electrónicos como «Computer City» donde se encuentran computadoras, juegos, cámaras, impresoras etc…), supermercados de productos extranjeros, mercados de productos locales… Cuesta trabajo, pero se puede encontrar de todo por acá…

4. Los locales…

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Antes de llegar a China, mi experiencia con los turistas Chinos en el Sudeste Asiático no había sido de lo más placentera… Empujones, gritos y codazos vienen a la mente. Innumerables artículos sobre el tema se pueden encontrar en la red, desafortunadamente una constante es la rudeza de las maneras. Así que ya me había mentalizado al respecto. Incluso en Hong Kong, se siente una energía muy fuerte, todo es ruidoso, todo es prisas, un constante «quítate que ahí te voy». Pero en Chengdu la cosa es diferente. El ambiente es mucho más relajado, el volumen sigue siendo alto pero no amenazante (jejeje), y la gente es verdaderamente muy amable. También puede ser un factor importante el hecho de que no hay muchos extranjeros por estos lares, así que los pocos que estamos por aquí somos una novedad. Vivo en una zona muy bonita como a una hora del centro de la ciudad, en un vecindario de clase media-alta, cerca de un parque enorme y donde muchos citadinos tienen casas de fin de semana. El ambiente es más bien familiar, y hay numerosas «comunidades», conjuntos habitacionales masivos donde están representados todos los estratos de la sociedad…

Tengo mis lugares favoritos, donde la gente ya me conoce… Así que la primera vez fue un reto pero ahora nada más me ven y acto seguido aparece un café justo como me gusta, o la comida que ya saben que voy a pedir. Igualmente, los vecinos me saludan cada vez que me ven, los guardias de la entrada muy formales se me cuadran a lo militar y me abren la puerta (y uno que otro gradualmente prueba su inglés conmigo: Good Morning! Good Afternoon!, Nice to see you!), una viejita que toma el sol en una banca a la entrada de mi edificio siempre me pregunta que si ya comí… bueno, bueno… de película. A lo que sí no me puedo acostumbrar es a caminar por la calle y sentir ojos por todas partes… manitas señalándome, extraños pidiéndome que los añada a WeChat (más sobre WeChat en el siguiente punto), gente sacándome una foto «en secreto» -nada más se oye el click del teléfono mientras fingen sacarse una selfie- o de plano ¡¡¡pidiéndome sacarse una foto conmigo!!! ¡Pero qué cosa!

5. WeChat…

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WeChat es como Facebook, WhatsApp y Apple Pay juntos… en esteroides. Con más de 1 billón de usuarios activos mensuales, WeChat es sin duda el app más utilizado en China. Es un sistema de mensajes de texto, una especie de Facebook a través de la función «Moments» donde se pueden ver los posts de los contactos, y una cartera virtual, ya que se puede ligar a una cuenta bancaria china para pagar absolutamente todo. Llevo meses sin pararme por un ATM, sin billetes ni monedas en mi cartera. Las tarjetas de crédito o débito occidentales no se aceptan en la mayoría de los establecimientos (sólo en algunos lugares regularmente muy exclusivos), la alternativa china es Union Pay (común en Asia en general). Pero regresando a WeChat, incluso los conductores de rickshaws, los vendedores de camotes -literalmente- y las tienditas de la esquina, aceptan éste medio de pago… basta con que tengan un lector de código de barras, o a falta de éste, un código QR impreso en un cartoncito, enmicado o incluso -para los más sofisticados- grabado en madera, que el cliente escanea y listo, se paga por medio de WeChat. Adicionalmente, hay centenares de «Mini Programs» de los establecimientos (apps comerciales) que ofrecen descuentos por uso o funcionalidades especiales, como el de Walmart con el que ya no tengo que hacer fila en la caja, ya que uno mismo escanea los productos con su propio celular, paga por WeChat y sale caminando tan campante sin perder tiempo…

Definitivamente, la tecnología en China le permitirá en muy poco tiempo convertirse en una sociedad sin manejo de efectivo («cashless society»). Viniendo de un background bancario esto no deja de sorprenderme… En Occidente la sociedad está muy acostumbrada al dinero plástico (tarjetas) o pagos online. Pero a excepción de los países escandinavos donde el avance de los pagos sin efectivo es mucho más importante, en realidad el tema está en pañales… En Latinoamérica ni se diga… sólo una reducida proporción de la población está bancarizada, y de ésta, tan sólo una fracción usa las tarjetas de crédito/débito como medio de pago principal. En Latinoamérica «cash is king»…

Así que ahora puedo salir de casa sólo con mi celular en mano: teléfono, internet, cámara fotográfica y cartera…

6. Taobao…

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La versión china de Amazon… pero nuevamente, en esteroides… Es el sitio más grande de comercio electrónico al detalle del mundo, con 617 millones de usuarios activos mensuales. Todo, absolutamente todo se puede comprar en Taobao: ropa, zapatos, electrónicos, comida, juguetes… de lo más chafa y barato hasta productos de alta gama, con todo el ciclo cubierto: de la compra, pago vía AliPay (competidor de WeChat, hijo de Alibaba), entrega a domicilio vía correo normal o cientos de empresas de mensajería, y hasta entrega en buzones automatizados, justo como los de Amazon…

El único problema es que todo está en chino… Pero el algoritmo acepta el inglés y traduce para arrojar miles de productos, los suficientes para encontrar lo que uno necesita.

El app incluye comunicación con los vendedores vía chat (también con traducción «on demand» o instantánea inglés-chino, muy útil para pedir detalles o cambios… probado: sí funciona).

Lo llegué a ver en Tailandia también, en alianza con Lazada (el mini Amazon Thai), pero nunca llegué a comprar nada de Taobao hasta ahora. Este tipo de alianzas obvio le abren la puerta a mercados externos, ya que la logística y trámites de importación se llevan a cabo por la empresa en el país objetivo… Le falta como media hora para darle en la torre a Amazon… Mark my words…

7. Los extranjeros…

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A veces no es necesario aparecer en la foto para ser el foco de atención… 🙂 🙂 🙂

El círculo de extranjeros es relativamente pequeño comparado con grandes ciudades como Beijing o Hong Kong… Afortunadamente me he topado con gente adorable: de Ghana, Reino Unido, Holanda, Australia… pero principalmente Sudafricanos porque en mi trabajo la mayoría son de por allá. Curiosamente encuentro en Sudáfrica muchos puntos que coinciden con la realidad del Tercer Mundo Latinoamericano… África… no la tenía en mi mapa… Una vez más confirmo que -en serio- no somos tan diferentes! Todo ese relajo de las fronteras, nacionalidades, pasaportes y territorios, confunde… La gente es gente en todas partes…

En fin, todos los días encuentro algo nuevo… Pero en verdad que lo que más me sorprende es el desconocimiento y/o ideas equivocadas que se tienen en Occidente sobre China… El nivel de desarrollo es sorprendente… China no es sólo el arrozal, la muralla, el pescador de cormoranes, el dragón de colores o la fiesta de fuegos pirotécnicos que usualmente aparecen como primeras imágenes en cualquier buscador de internet…

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