Viajar en un vuelo con largas escalas tiene -a mi parecer- exactamente dos ventajas: un mejor precio y la oportunidad de conocer lugares que de otra forma no estarían en nuestro itinerario… Así, tuve la oportunidad de conocer Hong Kong a través de una caminata por los barrios más tradicionales del centro de esta impresionante ciudad.
En el sitio del Consejo de Turismo de Hong Kong puedes encontrar toda la información acerca de la ciudad. La sección de «Caminatas autoguiadas» contiene rutas temáticas sobre arquitectura, templos, mercados y otras curiosidades… El sitio es multilingüe pero al menos en la versión en Español no encontré todo el contenido disponible en la versión en Inglés, así que me dispuse a estudiar el mapa del centro de Hong Kong, bajo el título «Travel Through Time».
Llegar al centro del aeropuerto, como les platiqué en una entrada anterior, no puede ser más fácil. Una vez en la estación de Hong Kong, mapa en mano (descargado convenientemente en mi teléfono), comienza la aventura.
Dado el pasado colonial de Hong Kong, la señalización de la ciudad está en Inglés y en Chino, así que no hay problema para ubicarse. Hong Kong es un puerto importantísimo así como un centro financiero global, así que sus calles están llenas de banqueros apresurados, hombres y mujeres de negocios que parece que hablan solos por las calles, y diablitos («trolleys») cargados de mercancías empujados con dificultad por las empinadas calles de la ciudad.
Hong Kong es una ciudad de contrastes: de la modernidad del IFC (International Finance Centre) al tradicional templo de Man Ho donde parece que el tiempo se detuvo en los 1800s…
Aquí unas imágenes de la caminata, a mí me tomó aproximadamente 4 horas. Vale la pena tomarse su tiempo para explorar cada zona e incluso hacer una parada para comer o tomar un trago.
Sin duda una muy buena experiencia que probablemente te dejará enganchado y con ganas de conocer más…
En lontananza 