Sin duda alguna, la comida es parte importantísima de la experiencia del viajero… Y es que no es lo mismo degustar algún platillo exótico en un restaurante en nuestras respectivas tierras… No solamente los ingredientes originales pueden no estar disponibles en las Américas o Europa; la sazón y el platillo en general suelen estar terriblemente alejados del original…
En el mundo, el término «Cocina Tailandesa» evoca imagenes de fideos dulzones (Phat Thai – pero mal preparado…), platillos con crema de coco (Tom Yam Goong lechoso ¡!), o bien platillos demasiado picantes (aunque nunca el nivel de picante en Occidente se acerca a la definición de picante en el Sudeste Asiático…). Pero éstas imagenes están muy alejadas de la comida Thai común y corriente, la que encontramos en los puestos callejeros frecuentados por los locales, o aquellos preparados habitualmente en los hogares de las familias Tailandesas (i.e. no aquellos «occidentalizados» en los centros turísiticos o backpackeros, donde muchas veces los cocineros hacen substituciones o añaden azucar o jarabe a la comida para contrarrestar el picor, lo cual resulta en una terrible combinación…).
En la larga lista de mis platillos tailandeses favoritos, se encuentran los dos siguientes:
«Kai Jiaao» (literalmente «kai» = huevo y «jiaao» = frito) o «Thai omelette» en inglés, que no es más que una tortilla de huevo simple, que incluye cebolleta finamente picada (la parte verde, también se prepara con cebolla, chile y jitomate en cubos pequeñitos). Al freírse en un wok con aceite hirviendo, la tortilla queda muy fina y crocante en las orillas. Se condimenta en la mesa con chiles y salsa de soya (o chiles en salsa pescado, si se prefiere).
«Phak Boong» («phak» = vegetal y «boong» = un tipo de espinaca que crece en el agua, conocida en inglés como «Morning Glory»). Este platillo es muy común entre los tailandeses, y el término «Phak Boong» es totalmente coloquial. Cuando llego a pedirlo en algún lugarcito que no sea de mis habituales, recibo una gran sonrisa por parte del cocinero, sorprendido tanto por mi selección como por el término… ¿Una «Falang» pidiendo esto? Hmmm… «Gin phet a-rai» me pregunta… (¿Come picante?)… «Phet phet kha» («Muy picante» le respondo… añadiendo el «muy» para que en promedio esté algo picante, ya que seguramente el cocinero se verá tímido con la cantidad de chiles…).
La preparación del «Phak Boong» es en sí un espectáculo. En un wok con aceite hirviendo, se saltean rápidamente grandes trozos de ajo, chiles rojos y salsa de frijol de soya (para mi gran felicidad ya que no me gusta la salsa de pescado). Cuando los ingredientes sacan todo el sabor y el aroma (así como una que otra lágrima y estornudo a causa de los chiles), literalmente se avienta un gran puñado de «morning glory», lo cual hace que se levante una cortina de fuego mientras el cocinero maneja con destreza wok y espátula para saltear todos los ingredientes juntos (a veces se añade al nombre del platillo «fai daeng» que significa «fuego rojo»). Tan solo segundos después se vierte el contenido directamente en el plato, finalizando con ajo frito finamente picado.
Ambos platillos se acompañan con arroz blanco, condimentando al gusto con pasta de chiles o chiles en salsa de pescado. Espero que la próxima vez que se encuentren en el Reino, no duden en probar éstos platillos!.